Los hijos son un regalo de Dios, una bendición. Pero la maternidad, en cualquiera de sus formas, no es tarea fácil. Una de las consecuencias de la caída es que la maternidad iba a ser dolorosa. «En gran manera multiplicaré Tu dolor en el parto, Con dolor darás a luz los hijos. Con todo, tu deseo será para tu marido, Y él tendrá dominio sobre ti». ( Génesis 3:16 ). Ese dolor nos acompaña en todo el proceso de la crianza, porque se nos ha otorgado el privilegio de levantar una descendencia que esta contagiada de pecado. En el capítulo 6 de efesios el apóstol Pablo en los primeros versos de 1 al 4 vemos específicamente como el apóstol habla de las relaciones familiares entre los hijos y los padres. En el verso 1 “ Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor, porque esto es justo.” vemos la importancia de la obediencia de los padres a los hijos. En el verso 2 “ Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer mandamiento con promesa), “ el apóst...
“Abrazando el diseño y el rol bíblico como mujeres que Dios ha establecido para nosotras”