Un noviazgo cristiano NO debe ser un juego, sino la antesala del matrimonio. Una joven cristiana no debe exponer su corazón al mantener relaciones superficiales o que son dañinas siendo que Jesús la compró con Su sangre. Jesús merece ser honrado al mantenernos en santidad y pureza. Esto implica guardar en santidad los cuerpos y corazones que Él ha redimido (Pr. 4:23; 1ª Co. 10:31). Para saber si como solteras estamos viviendo un noviazgo consagrado es recomendable hacernos estas preguntas: 1. ¿Es el Señor el centro de nuestra relación? ¿De nuestras conversaciones, actividades, energías? 2. ¿No hemos desplazado al Señor del centro de nuestras vidas individualmente al dar paso a la relación? 3. ¿Nos motivamos uno al otro a buscar más de Cristo? 4. ¿Es mi novio un cristiano verdaderamente comprometido que pueda ser mi líder espiritual si nos casamos? (1ª Co. 15:33) 5. ¿He establecido límites físicos claros (bíblicos) en la relación? 6. ¿Los he comun...
“Abrazando el diseño y el rol bíblico como mujeres que Dios ha establecido para nosotras”