Ir al contenido principal

El noviazgo de una joven consagrada (Parte 3)



Un noviazgo cristiano NO debe ser un juego, sino la antesala del matrimonio. Una joven cristiana no debe exponer su corazón al mantener relaciones superficiales o que son dañinas siendo que Jesús la compró con Su sangre. Jesús merece ser honrado al mantenernos en santidad y pureza. Esto implica guardar en santidad los cuerpos y corazones que Él ha redimido (Pr. 4:23; 1ª Co. 10:31).

Para saber si como solteras estamos viviendo un noviazgo consagrado es recomendable hacernos estas preguntas:

1. ¿Es el Señor el centro de nuestra relación? ¿De nuestras conversaciones, actividades, energías? 
2. ¿No hemos desplazado al Señor del centro de nuestras vidas individualmente al dar paso a la relación? 
3. ¿Nos motivamos uno al otro a buscar más de Cristo?
4. ¿Es mi novio un cristiano verdaderamente comprometido que pueda ser mi líder espiritual si nos casamos? (1ª Co. 15:33)
5. ¿He establecido límites físicos claros (bíblicos) en la relación? 
6. ¿Los he comunicado a mi novio y ambos estamos de acuerdo con éstos?
7. ¿Hay alguna persona madura (mentora/consejera) que conoce y aprueba estos límites?
8. ¿Confesaría a esta persona si llegara a sobrepasar esos límites?
9.  ¿Soy sincera y especifica al hablar con mi mentora/consejera?
10. ¿Puedo decir sin ningún tipo de vergüenza donde "apoyo mis manos"?
11. ¿He determinado no sentarme a solas junto con mi novio en un mismo sillón o mobiliario similar?
12. ¿He limitado los lugares donde paso tiempo a solas con mi novio?
13. ¿Mi noviazgo podría servir como un ejemplo a imitar por el resto de los jóvenes de mi iglesia?
14. ¿Estoy dispuesta a "soltar" a mi novio si me doy cuenta que esa es la voluntad de Dios?
15. ¿El resto de las personas que nos conocen aprueban nuestra relación?
16. ¿He confeccionado una lista de actividades creativas que puedo realizar con mi novio?
17. ¿Puedo decir que verdaderamente soy amiga de mi novio? ¿Lo animo y apoyo  o trato de liderarlo?
18. ¿Estoy enamorada de lo "cristiano” de mi novio? ¿Le expreso mi admiración  y respeto? 
19. ¿Solemos servir juntos al Señor?
20. ¿Es mi noviazgo un buen testimonio para los no cristianos?

Comentarios

Post más vistos

“Mi frasco de alabastro”

Por varios meses he estaba buscando un libro que leí en una ocasión referenciado por una amiga titulado “DAMA EN ESPERA” por Debby Jones y Jackie Kendrall, para mí es un excelente libro; toca tantos puntos importantes para nosotras las jóvenes solteras que el leerlo nuevamente trajo tantos recuerdos a mi vida y hoy los quiero compartir con ustedes. Esta meditación es sobre uno de los puntos que me traspaso al leerlo, va dirigido a todas las jóvenes solteras y mujeres casadas, no es solo para solteras. Va para todas aquellas que quieran ser mujeres que se entregan por completo a Jesús y quieren vivir una vida agradando a nuestro amado celestial. Kenneth G. Smith en su libro- Learning to Be a Woman dijo “Una mujer llega a ser mujer cuando es lo que Dios quiere que sea”. Esta frase es tan cierta que me hace preguntar, cuál es mi verdadera plenitud en la vida?, si lo es Cristo esto me sacia por completo. Definitivamente la plenitud de vida para una mujer cristiana comienza con la sobe

"La Poda Espiritual"

“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. 2 Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. 3 Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. 6 Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos.” (Juan 15: 1-8) Estaba en la oficina y como mi puesto de trabajo esta frente a la ventana, cualquier cosa que suceda fuera y pase por esa área puedo ve

“Yo me rindo a EL”

“Todo a Cristo yo me rindo, Con el fin de serle fiel; Para siempre quiero amarle, Y agradarle solo a Él...” Estas son las letras de uno de los himnos mas cantados en la historia de la iglesia. Aquellos que han tenido la oportunidad de cantar himnos del himnario de gloria; este “YO ME RINDO A EL” , para mi es uno de los mas hermosos que he escuchado en mi vida de cristiana. La traducción no permite revelar toda la fuerza y la gracia que define su título expresado en el idioma inglés original: “I Surrender All” (Yo lo rindo todo). Este himno fue escrito por Judson Van de Venter mientras que él recordaba el día que había entregado su vida a Cristo y se había dedicado totalmente al servicio cristiano. “Durante mucho tiempo había luchado entre desarrollar mis talentos en el campo del arte y entrar a tiempo completo al trabajo evangelístico. Finalmente, las idas y venidas de mi vida concluyeron y en un día entregué toda mi vida a los piés del Señor Jesucristo”. “Me hice Evangelista y des