"Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres” (Lucas 1: 28).
Al estudiar esta porción del texto de Lucas
después de escuchar nuestro pasado programa radial “Mujer para la Gloria de
Dios”, me ha impresionado cómo resaltan las virtudes de esta mujer ordinaria,
que fue seleccionada por Dios para un evento extraordinario. Pero es penoso ver
también, cómo en el pasar de los tiempos
se ha visto a María como un objeto a venerar por esa gracia especial del Padre
Celestial para con ella.
Como nos señala el Ps. MaCArthur en su comentario
bíblico de Lucas “María es una receptora
y no una dispensadora de la gracia divina.” Ella fue soberanamente elegida
por Dios –de entre todas las mujeres alguna vez nacidas – para ser el
instrumento singular a través del cual Él por fin traería al Mesías al mundo.
Las Escrituras la presentan como una chica
promedio, joven de medios comunes de la ciudad de campesinos en una región
pobre de Israel, desposada con un novio de la clase obrera que se ganó su vida
como carpintero. María erauna joven sencilla y sin pretensiones en su
comunidad, a tal punto que si usted la hubiera conocido antes de que su Hijo
primogénito fuera milagrosamente concebido, habría pasado desapercibida.
Era una mujer común con un corazón humilde con la
disposición de obedecer a Dios a pesar de las posibles consecuencias que
vendrían. Como sus caminos no son nuestros caminos, muchas veces lo que El
Señor nos pide hacer a nosotras Sus hijas, no nos hace sentido, y nos confundimos.
“Porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos—declara el SEÑOR.” (Isaías 55:8)Esto
pasó con María: “Entonces María dijo al
ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy virgen!?” (vs. 34).
Si
empezamos a analizar el texto de Lucas1:26-55, podemos dividirlo en las
siguientes porciones:
(vv. 26-27).Se nos da primero un breve
informe acerca de la madre de nuestro Señor.
(v. 28).El mensaje que el ángel le
comunicó. La sorprendió con el saludo: «¡Salve, muy favorecida!» Este saludo
tenía unpropósito: Participarle luego el plan que el SEÑOR tenía con ella.
(v. 29).Vemos la gran turbación de ella,
al oír esas palabras.
(vv. 30-33).El mensaje mismo que el ángel
iba a comunicarle: Le insta a no temer ante el peso de lo que representaría la
voluntad de Dios para su vida y la grandeza del rol de ese Hijo que sería
engendrado: Hijo del Altísimo y Rey eterno!
(vv. 34-35). El ángel le da más información
ante el requerimiento de ella al ser virgen: Todo sería obra del Espíritu Santo
y del poder del Altísimo, razón por la cual el santo Niño sería llamado Hijo de
Dios.
(vv.36-37).El ángel le participa de otro
milagro hecho en su familia,
ratificándole que ninguna cosa es imposible para Dios: Su prima Elisabet, una
mujer estéril y entrada en edad , hacía
seis meses que había concebido un hijo: Juan el Bautista, quien sería
llamado “profeta del Altísimo”; porque iría delante del SEÑOR para preparar sus
caminos (Lucas 1:76). En él se cumpliría la profecía dada por Isaías en su
capítulo 40:3, como “la voz que clama en el desierto” (Mt 3: 3; Mr 1: 2-3; Jn
1: 23).
(v. 38).La rendición total a su
Palabra:La conformidad de ella a la voluntad de Dios para su vida.
(v. 39-45).La visita que María hizo a Elisabeth,
su encuentro, el resultado del saludoa
su prima y su bienvenida: Tanto Elisabet como
su criatura fueron llenos del Espíritu Santo. Elisabet recibe revelación
del Señorío del fruto que está en el vientre de María y le bendice. Reconoce la
fe de María y le reafirma con seguridad el cumplimiento de lo dicho por el
ángel de parte del Señor, porque creyó.
(v. 46-55).El cántico de alabanza de María
en esta ocasión. María engrandece al Señor y se regocija en Dios su Salvador!
La humildad de corazón de esta mujer
definitivamente es una cualidad que toda hija redimida por el Dios Altísimo
debería imitar. Ella tuvo que confiar plenamente en Dios, el único que podía
convencer a sus padres y a su futuro esposo de su situación en ese momento.
Si extrapolamos esto a la actualidad eso sería
una locura, nadie nos creería que estaríamos viviendo algo así; pongámonos unos
minutos en los zapatos de María, su carne la atacaría, el enemigo intentaría
presionarla, pero hay algo hermoso que vemos en las Escrituras, y es que ella
fue obediente al Señor:“Entonces María
dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el
ángel se fue de su presencia.” (Lucas 1:38)
Me gustaría que juntas refresquemos algunas
característicasque podemos resaltar de María en el texto:
1. Era una joven llena de gozo, su Salvador y Señor la conocía (vv. 46-47)
2. Reconocía su condición humilde frente a un Dios grande. Ella reconocía que no había
nada en ella para que el Señor la usara; y que la fama pertenecía a Dios. Todo
lo que Él hacía era por Su santidad; María sabía que Su nombre era Santo porque
su naturaleza es santa (v. 48-49).
3. Reconoció que la fidelidad de
Dios no era solamente para ella, sino para todos los que le temen. ¡sería para siempre! Un Dios
que nunca cambia será fiel por la eternidad (v. 50).
4. Ella sabía que los pensamientos de
Dios no son como los del hombre. El Señor no evalúa como lo hace el hombre. (vv. 51-53). Es
poderoso! Ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. Ha
despojado a los poderosos de sus tronos; ha exaltado a los humildes; ha colmado
de bienes a los hambrientos y a los ricos ha despedido con las manos vacías.
5. Confiaba en el Señor. Ella termina su oración como
cualquier mujer judía piadosa, recordando la fidelidad de Dios por las promesas
cumplidas en el pasado y con la seguridad de que Él cumpliría lo que faltaba,
haciendo hincapié en su misericordia (vv.
54-55).
Entonces, luego de ver todo esto, a manera de conclusión me
gustaría que meditemos en esta pregunta:¿Estamos creciendo en humildad mientras
más estudiamos la Palabra?Si no
Estamos siendo constantes en nuestra búsqueda incesante de Dios, nuestras almas
seguirán siendo tinajas vacías, sedientas por el agua viva que solo Cristo
puede darnos.
Si
no estamos rumiando su Palabra más que una lectura superficial, entonces no
sabremos cómo afrontar a la luz de las
Escrituras, las dificultades que
diariamente este mundo nos presenta. Procuremos en oración y súplica anhelar
tener corazones sencillos y humildes, dispuestas a dejar que nuestro Dios nos
use para Su gran Gloria y no para nuestros propios deleites.
Hoy
hemos aprendido muchas cosas sobre esta joven, ella no se creía a sí misma ser
algún tipo de santa sobrehumana, sino que entendió que se le dio tal gracia y
privilegio notable que ella no merecía. María era un alma humilde que mantiene
un perfil bajo consistentemente en los relatos evangélicos de la vida de Jesús.
Demostró a pesar de su corta edad que conocía las Escrituras, y respondió
humildemente a su Dios, conforme a lo que estaba sembrado en su corazón:
Obediencia, confianza en Él, sumisión, alabanza y adoración! Imitemos el
ejemplo de esta joven piadosa de su generación y procuremos ser jóvenes, mujeres
y ancianas que exalten el nombre de Dios a lo largo de nuestro peregrinar en
esta tierra.
Dios
les guarde sin caída mis amadas,
Katerine
Genao
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