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“ ¡Cuidado con el Ídolo oculto de nuestro corazón! ”


 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;  porque de él mana la vida” (Proverbios 4: 23).“Dame, hijo mío,  tu corazón,  y miren tus ojos por mis caminos” (Proverbios 23: 26).


Cada vez que avanzamos en esta serie de los “Ídolos del Corazón”,  me doy cuenta que mientras más profundizamos y ahondamos en su  estudio, vamos descubriendo, cada vez más, cosas que en ocasiones íbamos tapando para hacernos de cuenta que no estaban ahí; pero al final, esos ídolos siempre estuvieron; solo que estaban ocultos en un rinconcito  al cual solamente  nosotras podíamos penetrar;  y por supuesto, también el Señor que todo lo sabe!

Estos ídolos, en ocasión, son los que NO queremos rendir al Señor, y por eso permanecen ahí tras bastidores, en donde solamente Dios y nosotras podemos verlos; pero como decía Cathy la semana pasada, confiamos tanto en nuestros ídolos, que no queremos destronarles”. ¿Y sabes lo que es más terrible? Es que esos ídolos ocultos van generando a su vez otros ídolos, que en ocasiones no sabemos que existen en nuestros corazones. Pero como escuchamos en el programa de la semana pasada, hay situaciones de presión, estrés y dificultad que Dios usa en nuestras vidas para sacar a flote esos ídolos ocultos, y así podamos identificarlos.

Recuerden amadas que somos seres pecadores, “Fabrica de Ídolos”;  a veces nos creemos más santas que otras porque vamos a la iglesia constantemente y participamos de varios ministerios, o porque tenemos hogares con hijos ejemplares, esposos entregados a la obra, que le sirven a Dios y son de ejemplos para otros. Aunque estas cosas en sí mismas son buenas y dan fe de que vivimos una vida volcada en Cristo, si no las rendimos, constantemente el enemigo las usará para ensoberbecer nuestros corazones y hacernos  creer que  superiores a otras.

Sé que nuestro deseo es servir al Dios verdadero, sin embargo, el deseo no es suficiente ante los ojos de Dios.  Tenemos que mantenernos enfocadas en Dios y evaluar nuestras vidas en relación a lo que Dios piensa.

Dice un viejo refrán que “de buenas intenciones está empedrado el camino hacia el infierno”, dándonos a entender que no sólo “la intención es lo que cuenta”, sino que también las mismas deben estar acompañadas de las acciones correctas. Admitamos que como seres humanos fuimos originalmente creados con la necesidad de venerar y adorar algo o a  alguien. ¡Con cuanta facilidad nos dedicamos a forjar sustitutos de Aquel que merece toda nuestra verdadera adoración, Dios!

Deseo que juntas a través de la biblia veamos 5 ídolos ocultos o disfrazados que se encontraron en algunos personajes:

I. LOS ÍDOLOS DE RAQUEL (Génesis 31:30-35)
Los ídolos ponen en peligro nuestra vida. Raquel puso en peligro su vida, Labán su padre no sabía que ella escondía los ídolos. Quizás ella necesitaba protección y seguridad. De igual manera muchos creyentes aparentan una vida libre de servidumbres, pero en un rinconcito de sus almas esconden un ídolo.
II. LOS ÍDOLOS DE ACÁN (Josué 7:18-25)
El caso de Acán es de mencionar porque nos revela varias cosas, a saber, que el pecado es atractivo y seductor. La codicia cegó su entendimiento y tomó del anatema (v. 21). Reconocemos que es pecado, pero lo idolatramos, aunque nos atraiga  o acarree  maldición, no solo a nosotros,  sino también  a nuestra familia (vv. 24- 25), y como en el caso de Acán, hasta la nación (josué7: 1-15).
III. EL ÍDOLO DE UN PRINCIPAL OBEDIENTE A LA LEY (Lucas 18:18-27)
Aparentemente un fiel hacedor de la ley, pero tenía un ídolo llamado Riquezas. Este hombre principal quería saber qué debía hacer para obtener la vida eterna. Cristo lo confrontó con el espejo, que es la Ley de Dios, para que viera las manchas de sus pecados. Desapercibido, el joven dijo sin titubeos que todo eso lo había guardado desde su juventud. Cristo le mostró un espejo con aumento para que viera el pecado que había en su vida.” Vende todo lo que tienes y dalo a los pobres”. Se fue triste. El amor es el cumplimiento de la Ley, él no tenía amor. Tenía un ídolo que se llama avaricia.
IV. EL ÍDOLO DEL FARISEO (Lucas 18:14)
El mismo era su propio ídolo (egolatría). La oración del fariseo solo era un escaparate para su auto-elogio narcisista y desmesurad, donde Dios no tiene cabida, porque Dios resiste a los soberbios.

V.  EL ÍDOLO DE MARTA (Lucas 10:38-42)

Marta era una mujer virtuosa en el hogar, era una mujer temerosa de Dios. Pero creo que a nosotras nos pasa lo mismo que a ella; en ocasiones el deseo de impresionar, que todo quede bien, que digan lo mejor de nosotras, se convierte  en un ídolo.

 

Antes que tomemos decisiones incorrectas, no alineadas a La Palabra, preguntémonos: ¿Cómo estamos evaluando la vida; por debajo o por encima del sol?  No olvidemos que “… no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni secreto, que no haya de venir en descubierto.”  (Marcos 4:22).

 

Podemos usar esos ídolos, ocultarlos y disfrazarlos para aparentar y  justificar ciertas conductas y procederes ante los demás.  Podríamos descuidar nuestra relación con Dios por estar enfrascadas en buenas acciones o en buenas obras, y hasta en ministerios o iniciativas buenas que pudiesen ser nada más y nada menos que ídolos disfrazados.  ¿Realmente queremos que nuestras vidas den gloria a Dios con estos actos?

“Hijitos, guardaos de los ídolos.”( 1 Juan 5:21)

Para concluir recordemos que Dios no alimentará nuestros ídolos. Su deseo es que nos rindamos a Él, para que no sea Él quien tenga que quitar los ídolos que hemos fabricado, sino nosotras mismas. Él es paciente y permite circunstancias para confrontarnos, y personas para aconsejarnos, para que podamos crecer y parecernos más a Su hijo.

Dios les guarde,

Katerine F. de Genao.

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