Ir al contenido principal

"EL CONTENTAMIENTO - TRABAJANDO FUERA DE CASA" (Día 3)


“Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien es mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” (2 Corintios 12:9-10)

El sexto punto en el que deseo que meditemos juntas es en:
6to. Preocupémonos por el bienestar de otras: El resumen de esto lo hizo Pablo en Filipenses 2:3-4, donde escribió: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”. El hombre egoísta es un hombre descontento. Pero el alma del hombre generoso, el hombre que vive por los intereses y el beneficio de otros, tendrá bendición sobre bendición en su vida (vea Proverbios 11:24-25; 19:17; Lucas 6:38; 2 Corintios 9:6).
Esta amplia riqueza de matices del contentamiento queda resumida magistralmente en las palabras del patriarca José cuando exclama ante sus hermanos: «Vosotros pensasteis mal contra mí, más Dios lo encaminó para bien» (Gn. 50:20). El contentamiento es inseparable de la confianza en un Dios personal que dirige cada paso de mi vida con un sentido y un propósito. Y esto conlleva una serenidad profunda en toda situación; es la serenidad que le permitió pronunciar al Señor Jesús, en medio de «gran clamor y lágrimas» (Heb. 5:7), su célebre oración de aceptación: «Padre, si es posible que pase esa copa de mí, más no se haga mi voluntad, sino la tuya».
El verdadero contentamiento se refleja en la vida del hijo de Jacob, José (Génesis, capítulos 37-50).  Aunque no hubo falta en él, se sujetó a numerosos procesos que habrían destruido a los hombres más comunes. Pero no se comprometió y a través de todo permaneció fiel a Dios, aunque fue acusado falsamente y encarcelado durante años. Luego, a su debido tiempo, Dios lo usó para dirigir y proteger a los mismos hermanos que le habían traicionado—por ende, milagrosamente preservó a la nación de Israel, a través de la cual el Mesías había de venir. Así, incluso en medio de pruebas y tribulaciones, José exhibió el contentamiento piadoso y continuó caminando por medio de la fe.
Ya para concluir, entonces debemos como mujeres piadosas ejercitar diariamente tener una actitud de contentamiento en nuestras vidas no importando la condición que estemos pasando, por eso es vital recordar estos puntos siguientes:
Punto #1:
"Tener contentamiento no es algo que Dios nos da, sino algo que nosotras tenemos que aprender y poner en práctica."
Punto #2:
"Saber distinguir las cosas que son eternas de las cosas que son temporales."
Punto #3:
"Desarrollar una actitud agradecida."
Punto #4:
"Asegurarnos de que servimos por inspiración."
Punto #5:
"Aceptar que no podemos hacer todo lo que se necesitamos hacer."

¡Dios les guarde sin caída, gracias por seguir esta serie!
Katerine Fdez. de Genao


Comentarios

Post más vistos

“Mi frasco de alabastro”

Por varios meses he estaba buscando un libro que leí en una ocasión referenciado por una amiga titulado “DAMA EN ESPERA” por Debby Jones y Jackie Kendrall, para mí es un excelente libro; toca tantos puntos importantes para nosotras las jóvenes solteras que el leerlo nuevamente trajo tantos recuerdos a mi vida y hoy los quiero compartir con ustedes. Esta meditación es sobre uno de los puntos que me traspaso al leerlo, va dirigido a todas las jóvenes solteras y mujeres casadas, no es solo para solteras. Va para todas aquellas que quieran ser mujeres que se entregan por completo a Jesús y quieren vivir una vida agradando a nuestro amado celestial. Kenneth G. Smith en su libro- Learning to Be a Woman dijo “Una mujer llega a ser mujer cuando es lo que Dios quiere que sea”. Esta frase es tan cierta que me hace preguntar, cuál es mi verdadera plenitud en la vida?, si lo es Cristo esto me sacia por completo. Definitivamente la plenitud de vida para una mujer cristiana comienza con la sobe

"La Poda Espiritual"

“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. 2 Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. 3 Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. 6 Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos.” (Juan 15: 1-8) Estaba en la oficina y como mi puesto de trabajo esta frente a la ventana, cualquier cosa que suceda fuera y pase por esa área puedo ve

“Yo me rindo a EL”

“Todo a Cristo yo me rindo, Con el fin de serle fiel; Para siempre quiero amarle, Y agradarle solo a Él...” Estas son las letras de uno de los himnos mas cantados en la historia de la iglesia. Aquellos que han tenido la oportunidad de cantar himnos del himnario de gloria; este “YO ME RINDO A EL” , para mi es uno de los mas hermosos que he escuchado en mi vida de cristiana. La traducción no permite revelar toda la fuerza y la gracia que define su título expresado en el idioma inglés original: “I Surrender All” (Yo lo rindo todo). Este himno fue escrito por Judson Van de Venter mientras que él recordaba el día que había entregado su vida a Cristo y se había dedicado totalmente al servicio cristiano. “Durante mucho tiempo había luchado entre desarrollar mis talentos en el campo del arte y entrar a tiempo completo al trabajo evangelístico. Finalmente, las idas y venidas de mi vida concluyeron y en un día entregué toda mi vida a los piés del Señor Jesucristo”. “Me hice Evangelista y des