Definitivamente que la forma en la que Dios usa a la viuda de Sarepta me deja reflexionando. Sarepta de Sidón, era una nación pagana, corrupta e idólatra, lo mismo que Samaria. Y el juicio de Dios, fue que no llovería durante tres años y medio. Allí fue enviado Elías, y a causa de la sequía, el arroyo se secó y Dios le llevó a otro lugar. Cuando Elías llegó a Sarepta, vio a una viuda pobre recogiendo leña. Quizá se preguntó: “¿Será esta la mujer que va a alimentarme? Pero si es tan pobre, ¿cómo va a hacerlo?”. Aun así, Elías empezó a hablar con ella. Le dijo: “Te ruego que me consigas un poco de agua en un vaso para que yo beba”. Cuando ella fue a buscar el agua, Elías le dijo: “Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano” (1 Reyes 17:10, 11). Para la viuda, darle agua a aquel desconocido no era ningún problema. Pero darle pan sí era un problema. ¿Por qué?; Ella le dijo a Elías: “Vive el Señor tu Dios, que no tengo pan, sólo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija y estoy recogiendo unos trozos de leña para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que comamos y muramos. ” (1 Reyes 17:12). La viuda sabía que Elías era israelita y servía al Dios de Israel. Lo sabemos porque le dijo: “Vive el Señor tu Dios”. Pero notemos que no dijo “mi Dios”, sino “tu Dios”. Así que parece que ella no servía a Dios, aunque sí sabía algunas cosas sobre el Dios de Israel, esta era la “1ra. Prueba de FE”.
Dios se dio cuenta de que esta viuda era diferente. ¿Qué le hubiéramos respondido nosotras a Elías? Seguro que muchas habríamos dicho algo como: “Solo nos queda esto para comer, ¿y quiere que se lo demos? ¿Está bromeando?”. Pero la mujer no le dijo eso. Notemos que esta mujer, decidió creerle al Dios de Elías, y de lo poquito que tenía, preparó primeramente pan para el siervo de Dios, como éste se lo había indicado por mandato del Dios de Israel, ella simplemente decidió creer. Esto puso a prueba su fe. Y aunque fue una prueba muy difícil, tomó la decisión correcta.
La 2da. Prueba de Fe la vemos en (1 Reyes 17:17, 18) La Biblia nos cuenta que el hijo de la mujer enfermó y que su enfermedad llegó a ser tan grave que murió. “¿Qué tengo que ver contigo, oh varón de Dios? Has venido para traer a memoria mis iniquidades y hacer morir a mi hijo.” Ella se sintió aludida como pudiera pasarnos a cualquiera de nosotras. Quizás pensó: ¿Estoy haciendo el bien a un hijo de Dios y recibo solo calamidades?, muchas de nosotras pudiéramos pensar lo mismo pero nuestro Dios es Justo y solo El sabe como es lo mejor y de que forma para trabajar en nosotras y bendecirnos. Una vez mas Dios muestra Su cuidado y protección al resucitar a su hijo a través de una oración de Elías y que hermoso es ver como ella reconoce lo grande que es nuestro Dios, que solo era conocido a distancia por ella y que a partir de este hecho le iba a servir con todo . “Ahora conozco que tú eres hombre de Dios, y que la palabra del Señor en tu boca es verdad.” (1 Reyes 17:24).
¿Qué lección aprendemos? Que Dios bendice a quienes demuestran que tienen fe en él. Solo tenemos que depositar TODA nuestra confianza en El, no importa cual sea la circunstancia. Luego de este capítulo no se habla mas de la viuda en los libros de Reyes. Pero Jesús habló muy bien de ella, así que puede que ella haya servido fielmente a Dios durante el resto de su vida (Lucas 4:25, 26). ¿Qué nos enseña su historia? Que Dios bendice a los sirven a los Hijos de Dios (Mateo 25:34-40). También nos enseña que nuestro Creador cuida a los que son fieles, sobre todo cuando pasan por problemas muy difíciles (Mateo 6:25-34).
Bendiciones abundantes,
Katerine Fernández.
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