Ir al contenido principal

¿Puedes ver belleza en el quebrantamiento?


Justamente hoy me toco ver una de las publicaciones que constantemente llegan a uno de mis correos personales sobre el ministerio “DaySpring”, me gusta mucho ver sus contantes publicaciones sobre artículos para venta con mensajes cristianos. Pero en este día en particular tienen como invitada a una madre y diseñadora de joyas llamada “Lisa Leonard”, quien comparte su historia en este site de cómo inicia  este proyecto.

Definitivamente que su testimonio es completamente alentador y conmovedor, me movió a reflexionar en este día ya que constantemente he estado quejándome por un sin numero de cosas que están ocurriendo en mi vida, y esta pregunta con la que titulo este post ha traspasado mi corazón; ¿Puedes ver belleza en el quebrantamiento?. Cuando estamos enfocados en solo ver nuestros fracasos, sufrimientos y desalientos en medio del dolor no vemos mas allá de lo que Dios tiene para nosotros; o de qué  Él desea enseñarnos en este tiempo. Cuando las cosas no salgan como planeamos o como deseemos que sea esto no quiere decir que esta mal, simple y llanamente es que no ha sido la voluntad de Dios para nosotros en ese momento; ya sea un trabajo, pareja o decisión personal.

 “El Señor es mi fuerza y mi escudo;
en El confía mi corazón, y soy socorrido;
por tanto, mi corazón se regocija,
y le daré gracias con mi cántico.” Salmos 28:7 (LBLA). Al meditar en la verdad de este texto mi corazón es orientado a confiar en Sus bondades, me insta a recordar que Dios es mi escudo, es quien me fortalece en mis momentos de debilidad y dificultad. Le recuerda a mi corazón que no importa cual sea mi situación debo confiar plenamente en Él. No hay ninguna razón por la cual  pueda sentirme desamparada, porque Dios es mi socorro y esto hace que mi corazón se sienta resguardado, como un polluelo debajo de las alas de su madre; así de resguardado debe sentirse mi corazón en la total dependencia de Él.

Somos seres imperfectos, necesitados de Dios en todas las áreas de nuestra vida. Cuando somos quebrantados y nos hacemos resistentes a Su quebrantamiento, nuestra mente, alma y cuerpo no se sentirán plenos en Él. Si estas roto por tu pasado, por tus guerras espirituales con tu carne o con tu “Yo” interior; entonces es tiempo de hacer un alto, entrega en el altar a tu Isaac. Sera doloroso pero en el dolor hay rendición, entrega y muerte a nuestra carne para que Dios crezca en nosotros. Es necesario que El crezca, y que yo disminuya.” Juan 3:30 (LBLA). 

Como dice Lisa Leonard “cuando aceptamos el quebrantamiento empezamos a ver trozos de belleza en esto y nos damos cuenta de la hermosura que hay en los pequeños detalles.” Te motivo mi estimado lector que medites en estas cortas palabras y dejes que nuestro Dios realice ese hermoso trabajo que Él desea hacer en nosotros cuando decidamos entregarlo “TODO” sin reservas a Él.

Bendiciones abundantes,

Kate.

Comentarios

Post más vistos

“Mi frasco de alabastro”

Por varios meses he estaba buscando un libro que leí en una ocasión referenciado por una amiga titulado “DAMA EN ESPERA” por Debby Jones y Jackie Kendrall, para mí es un excelente libro; toca tantos puntos importantes para nosotras las jóvenes solteras que el leerlo nuevamente trajo tantos recuerdos a mi vida y hoy los quiero compartir con ustedes. Esta meditación es sobre uno de los puntos que me traspaso al leerlo, va dirigido a todas las jóvenes solteras y mujeres casadas, no es solo para solteras. Va para todas aquellas que quieran ser mujeres que se entregan por completo a Jesús y quieren vivir una vida agradando a nuestro amado celestial. Kenneth G. Smith en su libro- Learning to Be a Woman dijo “Una mujer llega a ser mujer cuando es lo que Dios quiere que sea”. Esta frase es tan cierta que me hace preguntar, cuál es mi verdadera plenitud en la vida?, si lo es Cristo esto me sacia por completo. Definitivamente la plenitud de vida para una mujer cristiana comienza con la sobe

"La Poda Espiritual"

“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. 2 Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. 3 Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. 6 Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos.” (Juan 15: 1-8) Estaba en la oficina y como mi puesto de trabajo esta frente a la ventana, cualquier cosa que suceda fuera y pase por esa área puedo ve

“Yo me rindo a EL”

“Todo a Cristo yo me rindo, Con el fin de serle fiel; Para siempre quiero amarle, Y agradarle solo a Él...” Estas son las letras de uno de los himnos mas cantados en la historia de la iglesia. Aquellos que han tenido la oportunidad de cantar himnos del himnario de gloria; este “YO ME RINDO A EL” , para mi es uno de los mas hermosos que he escuchado en mi vida de cristiana. La traducción no permite revelar toda la fuerza y la gracia que define su título expresado en el idioma inglés original: “I Surrender All” (Yo lo rindo todo). Este himno fue escrito por Judson Van de Venter mientras que él recordaba el día que había entregado su vida a Cristo y se había dedicado totalmente al servicio cristiano. “Durante mucho tiempo había luchado entre desarrollar mis talentos en el campo del arte y entrar a tiempo completo al trabajo evangelístico. Finalmente, las idas y venidas de mi vida concluyeron y en un día entregué toda mi vida a los piés del Señor Jesucristo”. “Me hice Evangelista y des