
Este fin de semana fue muy confrontador para mi desde el servicio dominical que fue muy alentador en donde uno de nuestros lideres nos motivó al final de la predicación a involucrarnos mas en las cosas del Señor, principalmente en el servicio. A veces somos tan egoísta queremos tanto y damos tan poco que esto me puso a meditar. Ese mismo domingo en horas de la tarde nos dirigimos un grupo al Hospital Robert Reid para hacer nuestras respectivas visitas periódicamente como ministerio. Esa tarde estuvo intensa, había varios casos que entristecieron mi corazón un poco y me enviaron a reflexionar. Que ingrata soy a veces, tengo tanto y doy tan poco, Dios me ha bendecido grandemente y pocas veces doy las gracias. Al ver esas madres tan tristes por la condición física que sus hijos estaban afrontando, pero a la ves tan receptivas al mensaje de la palabra de Dios y tan confiadas en que El podría hacer una obra especial en sus hijos e incluso en ellas mismas; esto lleno mi corazón de gozo y admiración.
Si entendiéramos el verdadero significado de lo que significa la GRATITUD, todo seria diferente. “La gratitud es la virtud por la cual una persona reconoce, interior y exteriormente, los regalos recibidos y trata de corresponder en algo por lo que recibió.” ¿Estamos nosotros tratando de corresponder a Quien nos lo ha dado todo o solo estamos con el saco abierto para poder recibir las bendiciones?
“Esencialmente, la gratitud consiste de una disposición interior, un corazón agradecido, pero cuando es genuino trata, de alguna forma, de expresarse en palabras y en obras. Consecuentemente, incluye tres elementos:
1)Reconocimiento de que un regalo ha sido recibido.
2)Apreciación expresado en agradecimiento.
3)En cuanto sea posible, regresar de alguna manera lo que se le ha dado de forma gratuita sin ninguna obligación de parte del dador.”
Esto me lleva a recordar la parábola de los diez leprosos (Lucas 17: 11-19). Solo uno regresó a darle gracias a Jesús por su sanidad milagrosa. Jesús lo puso por ejemplo y se entristeció por los otros nueve. “Sin duda la gratitud es necesaria para entrar en una auténtica relación con Dios.” Cuando se refiere a gratitud para con nuestro Creador, no debe ser menos que adoración y consagración de nuestra vida entera a Su amor y Su servicio.

Que inconforme solemos ser en ocasiones, si tan solo nos detuviéramos a pensar un momento en todo lo que Jesús ha hecho por nosotros, solo por amor sin esperar nada a cambio; no me cansaría de alabarle, desearía que mis manos se quedaran todo el tiempo levantadas hacia los cielos solo para darle gracias a Mi Señor. Y le pido cada día que me ayude a tener un corazón dispuesto para que esta gratitud se refleje en aquellos que me rodean, en mis acciones para con los demás y en darle cada día gracias a Quien diseña esos amaneceres espectaculares; en donde Su rayo de luz entra por mi ventana diciéndome “Levántate te regalo otra oportunidad de vivir y comenzar nuevamente de Mi mano”. NO deseo reaccionar como esos 9 leprosos que se olvidaron de ser agradecidos sino deseo ser como ese leproso samaritano que al darle gracias a Jesús no solamente fue sano sino salvo.
Gracias Dios por Tu amor para con nosotros.
Gracias por ese regalo tan grande de la salvación.
Gracias por amarme sin merecerlo.
Gracias porque tu amor me hace sentir amada y segura.
No deseo que mi gratitud sea un día al año, sino mi manera de vivir.
Deseo que mi Gratitud sea una actitud continua, no solo un incidente ocasional.
Gracias por que he sido llamada, porque mi herencia es espiritual, porque contestas mis oraciones.
Gracias porque me haces sentir plena en Ti.
Gracias por que me das victoria por medio de Tu hijo Jesús.

Bendiciones a todos,
Kat.
Comentarios
1-Muchas veces somos como el "parásito" que procura alimentarse y beneficiarse de los recursos y comodidades que ofrece la iglesia.
2-No nos importa en absoluto (y es duro, pero es una realidad) las necesidades de nuestro prójimo y hermanos sino que todo lo que recibo es para mí y no dar por gracia lo que he recibido.
3-El apóstol pablo le dijo a Tim (que si te fijas, es como un periódico que estuvieramos leyendo actualmente) que los hombres serían "amadores de sí mismos y a los placeres más que a Dios" (2 Tim 3:1-2)
4-El momento es circunstancial y/o emocional ya que luego de la poderosa predica del domingo, todo vuelve a la normalidad (y no estoy siendo pesimista sino que es la realidad!)
5-No hay un compromiso profundo y serio con la causa de Dios en nosotros.
6-Lamentablemente aunque haya una iglesia con sana doctrina y muchas personas, no significa que todas responderían igual sino a aquellas que verdaderamente hayan tenido un encuentro personal con Jescristo.
Se viven publicando comentarios y reflexiones por Facebook y/o por otras redes sociales que nos mueven a reflexionar e increpar, pero que nunca nos mueven a la acción y eso es peligroso y a la vez penoso. Peligroso porque nos hace oidores y no hacedores y penoso porque Dios es justo y en el día del juicio no aceptará a caras bonitas, sino a aquellos que realmente hicieron su voluntad. Creo que aunque seamos personas dispuestas a servir y dar todo para la gloria de Dios debemos tener presente también que es por su gracia, no porque nos jactemos o porque resaltemos que nuestra gratitud se refleja en la práctica yendo a ministerios y hacer su voluntad. Entendemos que no todos lo hacen, pero seamos agradecidos aquí ya que Él le importa la actitud del corazón y nuestra dependencia a Él nos mueve a ser y luego actuar.
Bendiciones, un fuerte abrazo para esa compañera de milicia (que aunque no en el mismo ministerio, pero paralelo a Él :)
Muchas bendiciones,
Marisol Tavares