Ir al contenido principal

“Poniendo Limites”


Estoy leyendo un Nuevo libro titulado “Limites” por, Dres. Henry Cloud y John Townsend. S. Voy en sus inicios en la lectura, pero wao cuanto me ha ministrado, definitivamente al leer me he dado cuenta que cuando vivimos una vida sin poner limites en todas las áreas tanto en lo emocional, laboral, familiar, ect. Vivimos una vida desordenada y a la vez con un desequilibrio que poco a poco nos va afectando, hasta que nos damos cuenta.

Pero si hablamos de los limites iniciando por algo tan sencillo como “El dueño de una propiedad es el responsable legal de lo que acontezca dentro de su propiedad”, por lo que el mismo tiene que fijar limites para que los extraños no violenten su propiedad. Los límites definen a la persona, definen lo que somos y lo que no somos. Un límite demuestra donde termina mi persona y donde comienza, nos dan un sentido de propiedad. Definitivamente tenemos libertad cuando sabemos cual es nuestro dominio y responsabilidad.

Según los escritores, “ Los limites nos ayudan a demarcar nuestra propiedad para cuidarla, nos ayudan a cuidar nuestros corazones con toda diligencia”, pero saben algo en todo esto he aprenndido que al poner limites en mi propiedad también tengo que poner en algunos puntos “PUERTAS” en ellas, porque cuando lo bueno queda afuera, lo que necesito es abrir las puertas para dejarlo entrar, pero si nos encerramos en nosotros mismos y lo que hacemos es levantar “murallas”, lo que hacemos es encerrarnos en nosotros mismo y no dejamos de Dios haga la obra en nosotros. Realmente lo que necesitamos es nuestros linderos sean “Lo bastante permeable para permitir el flujo y lo bastante resistentes para dejar fuera el peligro.”

“Cuando somos personas con limites débiles, tenemos mucha dificultad para rechazar el control, la presión y las exigencias y a veces las verdaderas necesidades de otros. Sentimos que si decimos que no a alguien pondríamos en peligro nuestra relación con esa persona.” Y aquí caemos en un grave error porque nos volvemos complacientes y después se nos hace muy difícil decir que no a alguien por temor a herirlo.

Al tener problemas de Límites presentamos muchas actitudes distorsionadas con respecto a la responsabilidad, porque al atribuir a las personas la responsabilidad de nuestros pensamientos, elecciones y conductas, creemos que somos malos.

Para concluir es bueno que recordemos estos puntos muy vitales: “Establecer limites claros es esencial para obtener un estilo de vida sano y balanceado. Un límite es una línea de propiedad personal que marca las cosas de las que somos responsables. Esto afecta diferentes aspectos de nuestra vida:


1. Los limites físicos nos ayudan a determinar quien nos puede tocar y bajo que circunstancias.
2. Los límites mentales nos dan la libertad de tener ideas y opiniones propias.
3. Los límites emocionales nos ayudan a tratar con nuestras propias emocione dañinas y manipuladoras de otros.
4. Los límites espirituales nos ayudan a distinguir entre la voluntad de Dios y la nuestra, y nos dan temor a Dios.


Meditemos en estas palabras mis amados amigos y dejemos que el Señor nos guíe a vivir una vida agradable a El, siendo de testimonio a todos los que nos rodean, pero sobre todo sabiendo cuando decir “Si” y cuando decir “No”.

Bendiciones a Todos,

Kat.

Comentarios

Post más vistos

“Mi frasco de alabastro”

Por varios meses he estaba buscando un libro que leí en una ocasión referenciado por una amiga titulado “DAMA EN ESPERA” por Debby Jones y Jackie Kendrall, para mí es un excelente libro; toca tantos puntos importantes para nosotras las jóvenes solteras que el leerlo nuevamente trajo tantos recuerdos a mi vida y hoy los quiero compartir con ustedes. Esta meditación es sobre uno de los puntos que me traspaso al leerlo, va dirigido a todas las jóvenes solteras y mujeres casadas, no es solo para solteras. Va para todas aquellas que quieran ser mujeres que se entregan por completo a Jesús y quieren vivir una vida agradando a nuestro amado celestial. Kenneth G. Smith en su libro- Learning to Be a Woman dijo “Una mujer llega a ser mujer cuando es lo que Dios quiere que sea”. Esta frase es tan cierta que me hace preguntar, cuál es mi verdadera plenitud en la vida?, si lo es Cristo esto me sacia por completo. Definitivamente la plenitud de vida para una mujer cristiana comienza con la sobe

"La Poda Espiritual"

“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. 2 Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. 3 Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. 6 Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos.” (Juan 15: 1-8) Estaba en la oficina y como mi puesto de trabajo esta frente a la ventana, cualquier cosa que suceda fuera y pase por esa área puedo ve

“Yo me rindo a EL”

“Todo a Cristo yo me rindo, Con el fin de serle fiel; Para siempre quiero amarle, Y agradarle solo a Él...” Estas son las letras de uno de los himnos mas cantados en la historia de la iglesia. Aquellos que han tenido la oportunidad de cantar himnos del himnario de gloria; este “YO ME RINDO A EL” , para mi es uno de los mas hermosos que he escuchado en mi vida de cristiana. La traducción no permite revelar toda la fuerza y la gracia que define su título expresado en el idioma inglés original: “I Surrender All” (Yo lo rindo todo). Este himno fue escrito por Judson Van de Venter mientras que él recordaba el día que había entregado su vida a Cristo y se había dedicado totalmente al servicio cristiano. “Durante mucho tiempo había luchado entre desarrollar mis talentos en el campo del arte y entrar a tiempo completo al trabajo evangelístico. Finalmente, las idas y venidas de mi vida concluyeron y en un día entregué toda mi vida a los piés del Señor Jesucristo”. “Me hice Evangelista y des