Ir al contenido principal

“A mi forma o a la forma de Dios”


Disculpen que dure dos semanas sin escribirles nada, estaba de viaje y no tenia mucha facilidad para conectarme. Pero ya estoy aquí con ustedes reconectándome nuevamente, tengo muchas experiencias nuevas de las que me gustaría hablarles poco a poco, pero vamos a iniciar con esta que es la mas reciente y que una vez mas me reconfirma que Dios esta en control de todas las cosas.

Ayer una amiga que no es muy frecuente mandando mails me envió uno con esta nota la cual no entendía mucho, parece un extracto de un libro pero con unas palabras muy poderosas, inmediatamente anote el nombre y lo busque por Internet, efectivamente se llama “Mujeres que corren con los lobos” por Clarissa Pinkola. Y dice lo siguiente:

“Dicen que todo lo que nosotros estamos buscando, también nos busca a nosotros y que, si nos quedamos quietos nos encontrará. Es algo que lleva mucho tiempo esperándonos. En cuanto llegue, no te muevas. Descansa. Ya verás lo que ocurre a continuación."


"Deseo que hoy experimentes paz dentro de ti, que confíes que te encuentras exactamente donde debes estar, que no olvides las posibilidades infinitas que nacen de la confianza en ti misma y en otras/os, que utilices los dones que has recibido y que transmitas a otras/os el amor que se te ha dado. Deseo que estés feliz contigo misma por lo que eres. Deja esta sabiduría asentarse en tus huesos, está ahí para cada una de nosotras"

Viéndolo desde una perspectiva “cristiana”, trate de extraerle el punto positivo, y es que muy sumergido en estas palabras vemos la voluntad de Dios en nuestras vidas, como debemos dejar que El actúe en nuestras vidas y esperar su tiempo para esas cosas que ha diseñado para nosotros, pero que solo Jesús sabe en que momento deben llegar.

Medité en estas palabras de Claritssa Pinkola y al día siguiente mi devocional fue como caído del cielo, El trasfondo bíblico se encontraba en Isaias 55:8 “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.” Dios es tan maravilloso que una vez mas me indico que El tiene el control, en lugar de seguir las reglas convencionales y tratar de resolver las cosas a nuestra manera como el mundo lo hace. Jesús nos llama a ser diferentes, en todo y mas aun en la confianza que depositamos en EL.

Es como decía Isaías, “los caminos de Dios no son nuestros caminos y mucho menos sus pensamientos los nuestros. La palabra que sale de la boca de Dios no retornarán vacías sin haber realizado su trabajo primero y sobre todo logrado el propósito para el que fueron dichas por nuestro Dios”. (Parafraseando el verso 11)

El depositar nuestra confianza en Dios nos ayudará a andar con alegría, sin angustias ni preocupaciones, el estar sujeto a El nos permite gritar con jubilo que en sus manos estamos seguras y sobre todo en las decisiones que El tome para nuestras vidas. Es como dice el titulo de este post, “Es a mi forma o a la forma de Dios” que queremos continuar haciendo las cosas y si en algo tiene razón la escritora del texto nombrado mas arriba es de que si nos quedamos quietos esa bendición de Dios llegara directo hacia nosotros, pero solo si nos quedamos quietos, no brincando de aquí para allá, como corderos sin pastor y tratando de tomar el mando nosotros mismos de nuestra vida, descansemos en Dios y disfrutemos ver lo que viene a continuación de nuestra espera pasiva.

Dios conoce el pasado, presente y futuro. El escudriña nuestro corazón muy minuciosamente, confiemos en que los caminos de Dios seleccionados para nosotros definitivamente son mucho mejores que los nuestros.

Bendiciones con amor,

Kat.

Comentarios

Post más vistos

“Mi frasco de alabastro”

Por varios meses he estaba buscando un libro que leí en una ocasión referenciado por una amiga titulado “DAMA EN ESPERA” por Debby Jones y Jackie Kendrall, para mí es un excelente libro; toca tantos puntos importantes para nosotras las jóvenes solteras que el leerlo nuevamente trajo tantos recuerdos a mi vida y hoy los quiero compartir con ustedes. Esta meditación es sobre uno de los puntos que me traspaso al leerlo, va dirigido a todas las jóvenes solteras y mujeres casadas, no es solo para solteras. Va para todas aquellas que quieran ser mujeres que se entregan por completo a Jesús y quieren vivir una vida agradando a nuestro amado celestial. Kenneth G. Smith en su libro- Learning to Be a Woman dijo “Una mujer llega a ser mujer cuando es lo que Dios quiere que sea”. Esta frase es tan cierta que me hace preguntar, cuál es mi verdadera plenitud en la vida?, si lo es Cristo esto me sacia por completo. Definitivamente la plenitud de vida para una mujer cristiana comienza con la sobe

"La Poda Espiritual"

“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. 2 Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. 3 Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. 6 Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos.” (Juan 15: 1-8) Estaba en la oficina y como mi puesto de trabajo esta frente a la ventana, cualquier cosa que suceda fuera y pase por esa área puedo ve

“Yo me rindo a EL”

“Todo a Cristo yo me rindo, Con el fin de serle fiel; Para siempre quiero amarle, Y agradarle solo a Él...” Estas son las letras de uno de los himnos mas cantados en la historia de la iglesia. Aquellos que han tenido la oportunidad de cantar himnos del himnario de gloria; este “YO ME RINDO A EL” , para mi es uno de los mas hermosos que he escuchado en mi vida de cristiana. La traducción no permite revelar toda la fuerza y la gracia que define su título expresado en el idioma inglés original: “I Surrender All” (Yo lo rindo todo). Este himno fue escrito por Judson Van de Venter mientras que él recordaba el día que había entregado su vida a Cristo y se había dedicado totalmente al servicio cristiano. “Durante mucho tiempo había luchado entre desarrollar mis talentos en el campo del arte y entrar a tiempo completo al trabajo evangelístico. Finalmente, las idas y venidas de mi vida concluyeron y en un día entregué toda mi vida a los piés del Señor Jesucristo”. “Me hice Evangelista y des